Gerardo comenzó a explorar su pasión por la escultura en Puerto Vallarta, México, donde se sintió impulsado a unir la aspereza de los materiales naturales con la sutileza de la vida. Ha estado involucrado en la escena del arte durante los últimos 5 años y ha tenido la oportunidad de presentar sus obras en México, donde han sido reconocidas con elogios, así como en la ciudad de Miami, Florida, en Art Basel 2013, Red Dott con Marias Gallery Fine Art.

Noriega recorre las playas del Pacífico para recolectar materiales naturales que deja el océano para revivirlos en la creación de piezas simbióticas que significan seres vivos, que respiran, que palpitan.

Gerardo Noriega es pescador. No de la manera convencional, ya que nada más necesita su sensibilidad y su pasión por lo que encuentra en el mar. El escultor, en su pesca, recorre las playas vírgenes de Nayarit y Jalisco, principalmente, en busca de piezas de madera. En el camino, el artista encuentra troncos de diferentes especies que han ido a parar a la costa o muy cerca de ella. Las ramas recorren lentos trayectos para llegar allí. Estos han formado parte de árboles frondosos, han sido hogar de seres vivos, han estado en paisajes boscosos, rurales, selváticos o desérticos, así como en manantiales, manglares y ríos lejanos que desembocan en aguas marítimas. Por lo tanto, se han limpiado y purificado en todo tipo de canales y flujos. Han caminado pacientemente en los fluidos de la madre tierra para renacer en el mar.

 Recolectan y seleccionan ramas para formar una estética muy estudiada y cuidada, del mismo modo, tienen como objetivo sanar y curar a quienes las observan con detenimiento.

El hecho de recolectar cientos de fragmentos naturales que culminan en una sola obra nos habla de los cientos de historias que guarda cada uno de sus componentes. El objetivo de sus esculturas es entender en profundidad que el mundo puede surgir naturalmente de sus entrañas marinas y que con la suficiente creatividad puede volver a la vida. El autor trabaja sobre las venas del océano que siguen latiendo y palpitando al ritmo de las olas y que afloran a la superficie para reintegrarse.

Viene de una familia de reconocidos arquitectos y escultores que sin duda influyeron en su pasión por las artes. Él es un descendiente directo de Manuel Tolsá, arquitecto y escultor neoclásico prolífico; bisnieto de Carlos Noriega Blanco, un arquitecto mexicano y diseñador, cuya famosa obra histórica se muestra de manera significativa en la Ciudad de México y Querétaro; y es el bisnieto del famoso arquitecto mexicano y diseñador Leonardo Noriega Stavoli quien también tuvo una ilustre carrera en México y fue la inspiración más cercana de Noriega.