La fascinación de Luis por la escultura comenzó en su casa, en Guadalajara, en la década de 1980. Inició sus estudios en el Instituto Cultural Cabañas. Luego salió de México para viajar y para ampliar su formación en Londres, Francia, Italia, Grecia, Israel y Egipto. Sus estudios incluyen trabajo en bronce, así como técnicas de diseño de joyería y de fundición de plata. En 1993, viajó a España e hizo un curso en la Escuela de Artes y Oficios de Granada con Juan Manuel García como maestro. Más tarde, en 1994 Espiridión tomó un curso de fundición de bronce en Comerden Universidad de Gales, en el Reino Unido. Luego pasó a ganar un premio en la Exposición Internacional de Joyería en Guadalajara. Luis ha exhibido sus obras en toda Europa y México, y desde 1994 ha estado trabajando en varios estudios de artistas, así como por su cuenta.

Las esculturas de Luis de seres humanos y animales son a la vez juguetonas y atrevidas. Rara vez utiliza moldes. A menudo, cada pieza es única a pesar de que su obsesión con ciertos temas no termina. Los animales que él crea son conocidos por todos, pero tienen algunos detalles sorprendentes como los zapatos o manos en lugar de patas o pezuñas. En realidad, son bestias humanas. Sus personajes son sensuales y míticos; sirenas, ángeles y bailarines. Están siempre en poses naturales y relajados, a veces anónimos y fragmentados, siempre seductores y estimulantes. A menudo van unidos a la poesía escrita o “tatuado” sobre su piel. Tal vez lo que sugiere que cada uno de nosotros llevamos un poema, un código que habla de nuestra vida. Las esculturas de Luis pueden parecer frágiles o divertidas, pero nunca son clásicas o conservadoras. Son tan complejas y contrastantes al igual que el artista mismo.